cmontes@sigloxxi.com
Este es el momento de los efemelenistas y de todos los que pensamos en una región centroamericana de paz.
No hay nada seguro en política electoral cuando está de por medio todo un proyecto geopolítico. Es conocido que las administraciones norteamericanas no quieren que caiga en manos del FMLN el gobierno de un país que es peón suyo en Centroamérica. Ciertamente se puede convertir el Pulgarcito de América en una potencia moral e inclinar la balanza a gobiernos nacionalistas y democráticos, con dignidad y soberanía. Mauricio Funes, candidato de la madurez del FMLN.
En las encuestas independientes supera al partido Arena, nacido de los escuadrones de la muerte. Seguramente hará un gobierno moderado pero democrático y restablecerá la soberanía nacional. Es carismático, de gran popularidad, surgido del periodismo. Seguramente reactivará la economía con visión social, el sector agrícola aumentará el gasto social y tendrá política exterior independiente por primera vez desde la firma de los Acuerdos de Paz.
Enfrenta a Rodrigo Ávila, ex jefe de la PNC, ligado al proceso de asesinato de los diputados salvadoreños en complicidad con el ahora detenido ex diputado guatemalteco Manolo Castillo. Cabría preguntarse: ¿Por qué Ávila se reunió con los sicarios un día antes de la masacre de sus paisanos? ¿Por qué participó armado en un interrogatorio a los detenidos por aquel crimen? ¿Qué temía? ¿A quién protege o qué pretende ocultar? ¿Llegaría la delincuencia organizada a la Presidencia del hermano país? ¿Contarían los narcos con un presidente arenero complaciente o cómplice si él ganara las elecciones?
En ese panorama los efemelenistas aparecen como los salvadores del país vecino. La única posibilidad de impedir eso es que triunfe Mauricio Funes y no el candidato opositor, quien estuvo al mando de la PNC cuando repuntó la violencia en ese país.
Este es el momento del FMLN y de todos los que pensamos en una región centroamericana de paz. Esperamos que no siga en manos del partido de la violencia organizada, como se autodenominaba Arena en sus orígenes. Mauricio Funes es la posibilidad de eliminar la polarización en El Salvador, de inscribir su país entre los gobiernos alternativos que se oponen a la dependencia de las políticas neoliberales que determinaron la actual crisis económica estadounidense.
El FMLN puede ser el partido salvador de El Salvador como país. Dejaría ese país de ser una estrella más en la bandera norteamericana como lo ha sido hasta el día de hoy.
Mi ferviente felicitación a las mujeres en el Día Internacional de la Mujer.
Felicitaciones a mis hijas mujeres, mis compañeras de lucha, de trabajo y a todas mis paisanas que salen de sus casas sin saber a ciencia cierta si volverán sanas y salvas. A las que soportan en silencio sus penas, pero que ya nunca más deberán hacerlo. A la madre tierra, a la madre naturaleza, a la más grande obra de la creación: las mujeres.
Fuente: