viernes, 29 de mayo de 2009

Consideraciones sobre el ejercicio del Poder en las Izquierdas Latinoamericanas

Por: Nerio Luis Negrón Urdaneta
Fecha de publicación: 29/05/09

Introducción.

Adentrarnos en el estudio del poder político es necesario mencionar que el Estado nace cuando un grupo humano, se establece en un territorio determinado y se organiza jurídicamente, es decir; se crea la figura de autoridad, que dirige y regula la acción de los hombres con la intención suprema de alcanzar el armónico funcionamiento de la sociedad, esta autoridad que nace de un orden establecido es lo que se conoce como autoridad suprema o autoridad soberana, ahora bien lo que interesa como delimitación es ubicar la corriente y la orientación en la cual nos ubicamos para esta reflexión

La premisa o hilo conductual de la reflexión sobre el Poder en América Latina desde una Visión progresista, sustentada en los principios del marxismo, y materializada en el desarrollo de las izquierdas latinoamericanas, es la forma como las izquierdas utilizan el poder y como este debe ser utilizado desde un aspecto transformador más que dominador.

Es así como se hace un esfuerzo por contextualizar el poder, desde la concepción marxista y su vinculación con el Estado, ya que ambos conceptos están totalmente interconectados y dependen uno del otro, por tal motivo se logra hacer una pausa en la comprensión des Estado y como este se concibe, dejando claro que existen diferentes acepciones y premisas, pero nos ubicaremos en Poulantz y en Gramsci para la contextualización.

En cuanto a la materialización del ejercicio del poder por las izquierdas latinoamericanas, se desarrolla el punto con especial énfasis en las formas como se llega al poder, cual es la utilidad del poder y para que se pretende el poder, entendiendo que las fuerzas de izquierda en occidente representan un espacio importante para el estudio puesto que en los últimos años se han venido desencadenando reformas y procesos sociales en los cuales los candidatos de izquierda han salido favorecidos, gracias a la constante critica al neoliberalismo y su posición como una fuerza alternativa para transformar y consolidar un nuevo sistema social.

Por ultimo se hace una serie de consideraciones para las diferentes izquierdas latinoamericanas que están en ejercicio del poder y para las que pueden llegar al poder, partiendo de las características de cada sistema y de sus especificidades en cuanto al contexto del país donde se desarrolla el ejercicio del Poder Político.

1. El Poder.

El estudio del poder político, no conduce necesariamente a la cuestión política y jurídica siendo estos factores importantes para conceptualizarlo, pero también es necesario determinarlo desde el aspecto sociológico.

Para el funcionamiento de los grupos sociales que coinciden en un espacio, se pretende de un orden y un establecimiento de normas que garanticen la convivencia ciudadana, traduciéndose en el ejercicio del poder.

Como lo plantea Fayt, Carlos: “El poder es un fenómeno social, producto de la interacción humana. Consiste en la relación de subordinación en que se colocan recíprocamente los seres humanos. Esta relación de subordinación requiere la presencia de dos términos, el mando y la obediencia” 1

Es de esta manera como el poder nace como una necesidad apremiante de asegurar la convivencia humana por cuanto si no existe el orden y la autoridad entonces la anarquía destruye la posibilidad de convivir y de interactuar en una sociedad.

El poder como elemento del Estado representa la autoridad que permite ordenar y regular los actos de los ciudadanos hacia un bien común, la sociedad entonces necesita de de la autoridad para encauzar en una dirección ordenada, los esfuerzos de todos los ciudadanos para conservar la paz y la justicia en la vida interna y procurar su defensa de las agresiones externas 2

El poder en la concepción de Foucalt no tiene una única fuente ni una única manifestación, entendiendo por dominación no solamente el hecho macizo de una dominación global de uno sobre los otros, o de algún grupo en particular sobre otro, sino como las variadas formas de dominación que se ejercen o manifiestan dentro de una sociedad, y en este sentido abarcan o comprenden una compleja gama de formas y de naturaleza.

Es así que en cuanto un grupo social determinado se apodera de los mecanismos regulatorios de esas manifestaciones, elabora una superestructura que se aplica a los potenciales dominados. “No hay ejercicio de poder posible sin una cierta economía de los discursos de la verdad que funcionen en, y a partir de esta pareja”.3 , aludiendo a la relación entre esa superestructura y la voluntad de los potenciales dominados, emparentándose en este sentido con la visión de Max Weber al respecto: “Debe entenderse por “dominación”,… la probabilidad de encontrar obediencia dentro de un grupo determinado para mandatos específicos (o para toda clase de mandatos).Un determinado mínimo de voluntad de obediencia, o sea de interés (externo o interno) en obedecer, es esencial en toda relación auténtica de autoridad”4.

Ahora bien, caracterizando el Poder desde diversas posturas, se analizara desde el punto de vista en el cual se hará especial énfasis, para desarrollar los argumento en cuanto a el desarrollo y ejercicio del poder político en América Latina.

2. El Poder desde la Concepción Marxista.

En cuanto a la determinación del carácter revolucionario de la concepción marxista del poder. Es necesario diferenciar los postulados que se desprenden de la infraestructura y superestructura. Al respecto Louis Althuser 5 plantea: “que según Marx la estructura de toda sociedad está constituida por niveles o instancias articuladas por una determinación específica: la infraestructura o base económica (unidad de fuerzas productivas y relaciones de producción), y la superestructura, que comprende dos niveles o instancias: la jurídico-política (el derecho y el Estado) y la ideológica (las distintas ideologías, religiosa, moral, jurídica, política, etc.)”6.

En este sentido conceptualizamos el Poder desde la concepción Marxista, en el cual el micro poder, en términos de Foucault, se detiene bajo una idea jurídica aparentemente igualitaria como un Contrato social, de esta manera, El Poder no es una sustancia invariable y homogénea a lo largo de la historia. Tal afirmación se corresponde exactamente con lo que debe decirse de la Producción.

El Materialismo Histórico investiga precisamente las transformaciones que en el Poder y la Producción acontecen, haciendo de ambos conceptos un sistema de relaciones cuyos términos y operatorias, así como el sistema y el tipo mismo de relaciones, se transforma sin cesar. El marxismo, más allá de los expedientes, asume perfectamente la idea de que el Poder no es una “superestructura”, a modo de reflejo o instancia reguladora, y en todo caso ajena a la base económica que le corresponde y que debería constituir su explicación determinista.

Quedando claro que el Poder no pude entenderse como una “superestructura” externa a la Producción misma, un regulador separado del desarrollo de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción. El Poder no se limita a las instituciones (no se reduce, desde luego a los tres “Poderes” de Montesquieu, ejecutivo, legislativo y judicial). El Poder “habita”, por decirlo así, en ellas y se ejerce en ellas, incluyendo las Industrias, pero en modo alguno el estudio del Poder es sólo el estudio de la vida de las instituciones: empresariales, políticas, religiosas, etc.

3. La Concepción Marxista del Estado.

El Estado puede considerarse como la fuente principal y el defensor fundamental de las normas dentro de un determinado territorio y una cierta sociedad. Esta es una apreciación mínima que pude ser común para todas las teorías y corrientes sobre el Estado.

Pero para los efectos de esta reflexión nos aproximamos a la corriente Marxista y esta nos indica que el Estado es una relación social y especial y especifica, fue en este sentido como Poulantzas7 definió al Estado como una condensación material de relaciones sociales, sobre todo como relaciones de clases. Pero hay otras concepciones de este tipo; como las relaciones entre el Estado y la Sociedad como un contrato social.

Según Gramsci 8 Al Analizar el aparato del Estado, plantea que necesario especificar en primer lugar un punto importante: el Estado (y su existencia dentro de su aparato) sólo tiene sentido en función del poder de Estado. Toda la lucha política de las clases gira alrededor del Estado. Para Esclarecer: alrededor de la posesión, es decir, de la toma y la conservación del poder de Estado por cierta clase o por una alianza de clases o de fracciones de clases. Esta primera acotación nos obliga a distinguir el poder de Estado (conservación del poder de Estado o toma del poder de Estado), objetivo de la lucha política de clases por una parte, y el aparato de Estado por la otra.

Por esta razón el Estado es concebido, como pura “sociedad política”, donde La hegemonía estatal no radica en la sociedad política: es el nervio vital de la sociedad civil. De esta manera, el Estado no puede ser sólo el aparato gubernamental, sino que es además el ámbito de la sociedad civil. En tal sentido, la formulación gramsciana es dominante: “el Estado es igual a la sociedad política más la sociedad civil, es decir, la hegemonía reforzada por la coerción.” 9

Es así como se intenta hacer una clasificación de esta “teoría marxista del Estado”, a partir de lo que los mismos clásicos del marxismo han afirmado: a)El Estado es el aparato represivo de Estado; b) Se debe distinguir entre el poder de Estado y el aparato de Estado; c)El objetivo de la lucha de clases concierne al poder de Estado y, en consecuencia, a la utilización del aparato de Estado por las clases (o alianza de clases o fracciones de clases) que tienen el poder de Estado en función de sus objetivos de clase y d) El proletariado debe tomar el poder de Estado completamente diferente, y elaborar en las etapas posteriores de un proceso radical.

4. La Izquierda en América Latina.

En este punto se analiza la definición de izquierda en un razonamiento crítico donde no se describen todas las posiciones sino que se hace una valoración para buscar un esquema de pensamiento explícito en las concepciones de esta izquierda ante los diferentes hechos históricos. Siendo así no interesa el análisis toda la izquierda, sino la intelectualidad donde esto adquiere coherencia.

Resulta importante introducir en el ensayo un punto especial que aborde específicamente el problema de la identificación de izquierda latinoamericana a partir de criterios elegidos alguno de sus exponentes que apuntan sobre el problema de la definición de izquierda como problema en el actual movimiento ideológico en América Latina.

En este sentido Jorge Castañeda considera que la complejidad de la definición de izquierda está en su heterogeneidad, en su carácter polémico.10 Para asumir la tarea de la conceptualización el autor enmarca temporalmente la izquierda, tomando como referencias acontecimientos históricos latinoamericanos que han simbolizado y tipificado una época. Uno de ellos es la Revolución Cubana, con la que relaciona una vertiente que hace común la mayor parte de la izquierda. Esta comunidad enfatiza el cambio por encima de la continuidad, prioriza la justicia social sobre el desempeño económico en la identidad nacional, y la soberanía sobre la integración económica. El segundo período de tiempo se enmarca entre las muertes de Ernesto Ché Guevara en 1967 y Salvador Allende en 1973, fundamentadas por las experiencias revolucionarias del continente, y el tercer momento lo sitúa desde la victoria sandinista en 1976 hasta su derrota electoral en 1990.

Pablo González valora: que no es fácil definir la izquierda en América Latina señalando que "En efecto, las banderas de izquierda son, por definición, el cambio social, la ruptura de esquemas tradicionales, el desafío de las verdades aceptadas, la confrontación con el conservadurismo y el aislacionismo, la propuesta intelectual renovadora y la defensa de los ideales de progreso, democracia y participación y liberación". 11

En su gran mayoría, los autores que asumen el oficio de conceptualizar el término izquierda afirman que existe gran ambigüedad a su alrededor. Uno de los terrenos confusos está en la imprecisión epistémica al valorarla, pues es definida como término, como noción ideológica, o por sus señas de identidad.

Para Gabriel Vargas Lozano la izquierda es una noción ideológica que siempre ha tenido un contenido histórico que la compromete. Señala: "La izquierda siempre ha luchado, desde la Revolución Francesa, por aliviar las condiciones de desigualdad natural o social y la derecha, al considerar que la desigualdad es "natural y eterna" ha preferido el concepto de libertad individual, entendiéndola hoy básicamente como libertad de mercado".12

Para este autor tanto la derecha como la izquierda son identidades ideológicas y políticas donde se expone una elección de valores que no son fijos y se encuentran en permanente transformación.

Carlos M. Vilas, señala que es aconsejable precisar, para saber de qué se está hablando. Se entiende por izquierda: "...a las organizaciones políticas y sociales que hacen de lo popular el referente principal de su acción política". A su vez lo popular apunta a una intersección de explotación económica, opresión política y pobreza, con proyecciones diferenciadas en el ámbito cultural, valores, representaciones, actitudes y pautas de comportamiento.13 La definición de Vilas señala más a una definición de la izquierda como una entidad política de actores y autores de la contingencia social.

5. El Poder en las Izquierdas Latinoamericanas.

En la actualidad existe una gran fuerza y un gran poder y es el del neoliberalismo, triunfando en el plano ideológico, pero no propiamente en el plano económico, como lo afirma la actual crisis mundial que tiene como epicentro los EEUU, y que afecta a los países latinoamericanos que fueron arrastrados por el modelo neoliberal.

En cuanto al punto que nos interesa es necesario destacar que el poder político dejo de ser una preocupación medular no sólo para los partidos comunistas de los países latinoamericanos, según Marcos Roitman 14, existe la actitud de impotencia o conformidad con el status que tomo también alguna fuerza de la izquierda tradicional.

Las fuerzas de izquierdas en América latina, emergieron de la necesaria crítica a las desfavorables consecuencias del capitalismo como ante la actitud benévola de aquellas llamadas izquierdas tradicionales que nunca ofrecieron la propuesta de tomar el poder político, manejando especialmente la vía electoral para luego adecuar soluciones para los sectores sociales más necesitados y profundizar los mecanismos de participación democrática.

En la actualidad la mayoría de las izquierdas latinoamericanas, parecen coincidir con los postulados de Rosa Luxemburgo en donde plantea:“la democracia es indispensable, no porque haga innecesaria la conquista del poder político por el proletariado sino, al contrario porque hace indispensable y posible la conquista del poder”15 tomando en consideración las ideas de esta revolucionaria polaca según las cuales las reformas por genuinas que sean no cambian la naturaleza de la sociedad, y considerando que en la actualidad no existe revolución como tal y por el contrario existen reformas y los revolucionarios tienen que aprovechar las posibilidades que estas ofrecen.16

Las Nuevas fuerzas de Izquierdas que emergen desde finales del siglo XX y principios del Siglo XXI, se han caracterizado por diferenciar entre el poder como posibilidad de dominación en cuanto al sistema y estructura establecida para dominar y el poder como capacidad de realizar una actividad. Es así como se pueden observar procesos sociales como el poder indígena con su poder de presión y control para destituir presidentes como en el caso de Ecuador y Bolivia o del poder popular o comunal para ejercer la fuerza y solicitar el restablecimiento del orden democrático como es el caso de Venezuela 2002.

En este orden de Ideas, el punto central no es tomar el poder, sino saberlo utilizar sin dejarse influenciar de factores externos y de las entidades financieras, ya que en la experiencia latinoamericana se tienen ejemplos claros de este proceso persuasivo y manipulador, tal es el caso del actual gobierno de Brasil, consolidando la tesis de Margaret Tatcher, donde no hay otra alternativa que aceptar las formulas del neoliberalismo. Pero en la actualidad los objetivos de las estrategias políticas de la izquierda se centran en el ejercicio del gobierno y las reformas democráticas del Estado, en la búsqueda de transformar las estructuras que garanticen mayor suma de justicia social.

Algunos autores consideran que las izquierdas se han concentrado en la sociedad civil y han renunciado a la tarea de transformar el Estado, proporcionando el libre camino a los neoliberales, otro aspecto tiene que ver con la utilización o no de los mecanismos democráticos tradicionales por parte de los movimientos sociales, ya que estos han venido buscando elevar el concepto de participación social y en base a esto surge un proceso de constitución del sujeto político frente al Estado.

Desde otro punto de vista resulta un tanto suspicaz Garavito Rodríguez al mencionar que: “los triunfos electorales le llegaron a la izquierda ante de que tuviera tiempo de organizarse”17 justificando el tiempo que llevan las izquierdas organizándose para la toma del poder político, pero desde allí a acceder a nuevas formas de poder como lo realizo Evo Morales al nacionalizar los hidrocarburos, de otra manera algunos movimientos de Izquierda no han sido capaces de lograrlo adecuadamente, como si lo ha hecho mucho mejor la derecha, que sabe construir el consenso entre sus diferentes sectores y unirse eficientemente para enfrentar a la izquierda.

Dentro de los discursos políticos de los movimientos de izquierda en los últimos años, existe un punto común, el de referirse a la crisis e ineficiencia de los partidos tradicionales de derecha, pero esta falta de credibilidad y aceptación afecta el posicionamiento de todos los partidos en general, ya que han emergido nuevos impulsos o movimientos sociales como los; indigenistas, campesinos, sindicales, ecológicos. etc..., convirtiéndose en factores de poder que no pueden desestimarse.

La Izquierda latinoamericana ante el controvertido poder, tiene que focalizarse en como asumirlo, aprovecharlo en beneficio de los sectores más necesitados, defender y desarrollar formulas más ajustadas al contexto, los nuevos tiempos y el fenómeno de la globalización, por tal motivo se hace necesario plantear algunas propuestas producto de la reflexión teórica y de la observación empírica de las ultimas experiencias de izquierda con sus éxitos y fracasos.

6. Propuestas en cuanto al Poder y su utilidad en las Izquierdas Latinoamericanas.

  • Las Izquierdas Latinoamericanas están obligadas a diferenciar teórica y prácticamente las distintas formas de poder en que a las tradicionales del poder económico, jurídico, político y militar y prestar atención al poder de los medios de comunicación que hoy en día es más fuerte y le hace un fuerte contrapeso gracias a las fuertes garrafales mentiras, tales como que en un eventual triunfo no se permitirá ningún tipo de oposición.
  • Hay que tener en cuenta que no se ha partido de la nada, sino que cuentan con una tradición de luchas, forjadas por la izquierda tradicional que incluso expusieron sus vidas defendiendo ideales de lograr una sociedad más justa.
  • Es necesario hacer un balance critico de las experiencias ultraizquierdistas, quienes no propiciaron un cambio favorable para los amplios sectores populares y en la mayoría de los casos propiciaron fuertes reacciones, que a la larga trajeron serias consecuencias sobre la población.
  • Se debe tener presente el imperante binomio cívico-militar, que se traduce en un poder incondicional tanto interno como externo.
  • Fortalecer el poder comunal, logrando una articulación para la acción social coordinada por vías de participación democrática de determinados sectores populares, campesinos, indígenas sindicales, estudiantiles.
  • Introducir con fuerza el tema ecológico, no solo en el discurso político, sino en planes ajustados a la realidad de cada país, ya que por encima de cualquier poder territorial de subordinación, esta el poder de la naturaleza y esta en peligro la propia existencia de la humanidad.
  • El Poder debe ser tratado y utilizado lo más humanamente posible, pero lo más importante es que quienes ejercen el poder hoy día y quienes a la larga lo ejercerán deben acomodarlo a las particularidades de cada país.
  • Es necesaria la utilización del poder para agilizar los cambios sociales, tomando en consideración que aunque estos no sean de inmediato, deben hacerse en sintonía y con buena lectura del pueblo, ya existe una experiencia en Venezuela a partir de los resultados del referéndum constitucional en el 2007.
  • Entre los grandes desafíos de las izquierdas, esta fortalecer un poder comunicacional y de las tecnologías de la información, por su importancia en todos los ordenes de la vida contemporánea.
  • Los Gobiernos de Izquierda que se encuentran en el poder, deben remitirse a la practica de la integración y la solidaridad, este elemento se desarrolla actualmente con el nacimiento de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA), que constituye un brazo articulador con la extensión del MERCOSUR, con el objetivo de lograr niveles de dignificación a los países latinoamericanos.
  • El hecho del triunfo de algunos candidatos de izquierda en los últimos años para nuestra América Latina deben ser considerados como un logro significativo ante el dominio hegemónico de un sistema, pero si ese poder no se traduce en el ejercicio del poder político para el logro e impulso de transformaciones sociales, entonces no se podría probar que otro mundo distinto al poder capitalista es necesario y posible.


Conclusiones.

  • El poder nace como una necesidad apremiante de asegurar la convivencia humana por cuanto si no existe el orden y la autoridad entonces la anarquía destruye la posibilidad de convivir y de interactuar en una sociedad, por otra parte el poder como elemento del Estado representa la autoridad que permite ordenar y regular los actos de los ciudadanos.

  • El marxismo, asume perfectamente la idea de que el Poder no es una “superestructura”, a modo de reflejo o instancia reguladora, y en todo caso ajena a la base económica que le corresponde y que debería constituir su explicación determinista.

  • la izquierda en América Latina son, por definición, el cambio social, la ruptura de esquemas tradicionales, el desafío de las verdades aceptadas, la confrontación con el conservadurismo y el aislacionismo, la propuesta intelectual renovadora y la defensa de los ideales de progreso, democracia y participación y liberación.

  • La izquierda siempre ha luchado, desde la Revolución Francesa, por aliviar las condiciones de desigualdad natural o social y la derecha, al considerar que la desigualdad es "natural y eterna" ha preferido el concepto de libertad individual, entendiéndola hoy básicamente como libertad de mercado.

  • Para las Izquierdas el punto central no es tomar el poder, sino saberlo utilizar sin dejarse influenciar de factores externos y de las entidades financieras, ya que en la experiencia latinoamericana se tienen ejemplos claros de este proceso persuasivo y manipulador.

  • Ante el controvertido poder, La Izquierda latinoamericana tiene que focalizarse en como asumirlo, aprovecharlo en beneficio de los sectores más necesitados, defender y desarrollar formulas más ajustadas al contexto.







Referencias Bibliograficas.

Althuser Louis. (1970). “Ideología y aparatos ideológicos del Estado”. Notas para la Investigación Revista La Pensé. Paris, Francia

Castañeda, Jorge. (1993) “La utopía desarmada”. Ediciones Planeta. México. Pág.24

Fayt, Carlos. (1965). “Derecho Publico”. Segunda Edición. Editorial Abeledo-Perrot. Buenos Aires, Argentina. Pág.215

Foucalt, Michel. (1991). “Microfísica del poder”. Ediciones de La Piqueta. 3ra Edición. Madrid, Pág. 140

Gramsci, Antonio. (1919). “El Estado y el socialismo”.Primera Edición: Aparecido en L´Ordine Nuovo, disponible http://www.marxists.org/espanol/gramsci/estsoc.htm

González, Pablo. (1988). "Sobre el marxismo en América Latina". Dialéctica. Nº. 20, Puebla. México. Pág.16

Izaga, Luis. (1952). “Elementos del Derecho Publico”. Editorial BOSCH. Segunda Edición. Tomos I y II España, Pág.138

Luxemburgo, Rosa. (1978). “Reforma o Revolución”. Ediciones Era. México. Pág. 74

Poulantz, Nicos. (1973). “Clases Sociales y Poder Político en el Estado Capitalista”. Séptima edición. Editores Siglo XXI. México. Pág. 136

Rodríguez, Garavito. (2005). “La Nueva Izquierda Latinoamericana, orígenes y trayectoria”. Editorial Norma. Bogota. Pág. 36

Roitman, Marcos. (2006). “La Izquierda y el poder Político en América Latina”. Editorial La Fogata. México. Pág.22

Vargas, Gabriel. (1996) “Derecha e izquierda”. En: Dialéctica, nueva época, Pág. 5

Vilas, Carlos. (1996)La izquierda en América Latina: presente y futuro. Ponencia presentada en el seminario: Alternativas de izquierda al Neoliberalismo La Habana: Centro de estudios sobre América. 12-15 de febrero de. Pág. 4

Weber, Max.. “Economía y Sociedad”. (Cáp. III Los tipos de Dominación) Biblioteca Virtual Universal. Disponible en: http://www.biblioteca.org.ar/resultados.asp

negron48@gmail.com

miércoles, 27 de mayo de 2009

Los estragos de una sociedad neoliberal

Por: Héctor Muñoz Garrido
Fecha de publicación: 27/05/09

Fue Émile Durkheim padre de la sociología, el que nos hablo acerca de la Anomia en su libro el suicidio, estableciendo la relación directa entre esta conducta y la sociedad, producto de una ruptura en la norma, esta “ausencia se debe al desequilibrio económico y/o al debilitamiento de sus instituciones, que implica un bajo grado de integración social”.

El 20 de Mayo salio una noticia en aporrea llamada “la Ola de suicidios en France Telecom” destacando lo siguiente: “ocho personas que trabajaban en France Telecom se han suicidado y otras nueve lo han intentado. La noticia la recogía el periódico France Soir. La dirección no puede desmentirlo, pero sí intenta descargarse de responsabilidad: se trata de "auténtica preocupación" para el director de relaciones sociales de la sociedad, Laurent Zylberberg”.

Producto del desarrollo de la gran crisis sistémica del capitalismo, que acaba con muchas vidas a nivel mundial, deberíamos considerar a ésta, como una verdadera pandemia, no estar pendientes en falsos problemas desarrollados por el virus de la gripe AH1N1, sino preocuparnos verdaderamente por resolver estas situaciones, de una u otra forma quien esta absorbiendo en gran medida los problemas son los pueblos del mundo.

La noticia mas adelante asevera lo siguiente: “Laurent Zylberberg. En la dirección admiten que "no es posible exonerar completamente a la empresa" de los suicidios y los intentos de suicidio. Para los sindicatos la responsabilidad está clara: son "gestos innegablemente relacionados con el trabajo", afirman. El Observatorio de estrés y movilidad forzosa de France Telecom denuncia "el silencio de la empresa", que definen "terrible" y "repugnante".

Esta crisis vivida actualmente, es considerada por muchos como una de las más fuertes en la historia del capitalismo, no se sabe cuando pueda ocurrir una recuperación real de la economía globalizada, lo que si se sabe y es a causa de la filosofía del sistema, es que el proceso cíclico reproducirá por siempre estos fenómenos, ya en los años 30 una situación similar fue vivida, después en la segunda guerra mundial lo mismo, solo ahora podemos agregar varios factores como: la crisis en los valores humanos, el medio ambiente, el sistema financiero y el sector energético.

Mientras el G-20 “Triplica los recursos para el Fondo Monetario Internacional de, hasta 750 000 millones de dólares; se destinarán 500 000 millones para préstamos a países más afectados por la crisis y 250 000 millones para una nueva asignación de Derechos Especiales de Giro (DEG). Destinarán 100 000 millones adicionales para reforzar los bancos multilaterales de desarrollo. Facilitarán 250 000 millones para reactivar el comercio mundial”. Los pueblos del mundo ponemos, 963 millones de habitantes que mueren de hambre, millones de seres humanos pierden sus empleos, hogares, cada 6 segundo muere un niño de hambre, la crisis del capitalismo la recibimos los desposeídos del mundo, puras políticas destinas al rescate financiero internacional, es decir, nosotros pagamos por los culpables, ¿Hasta cuando?

Mas adelante la misma noticia publica el 20 de Mayo en aporrea. Org por el periódico France Soir, dice, Algunas personas que se han suicidado han dejado cartas de explicación a la familia. Jean-Michel, de 54 años, casado, con tres hijos, que se tiró al tren, dejó escrito: "no podía seguir en este infierno pasando horas delante de la pantalla como un guiñol". Los sindicatos subrayan que las condiciones de trabajo han empeorado desde que France Telecom ha sido privatizada. El caso de los suicidios de France Telecom salió a la luz a raíz de que se conociera en los últimos meses una serie de suicidios que habían ocurrido en Renault, Peugeot y EDF. También en estos casos, la responsabilidad recayó en el empeoramiento de las condiciones de trabajo, en las presiones crecientes que la jerarquía ejercía en los trabajadores, fueran obreros o ingenieros, con tal de alcanzar los objetivos impuestos desde arriba y aumentar la productividad.

El neoliberalismo ha traído como consecuencia histórica el desempleo, esto esta intrínseco en su sistema. Esto es lo que defienden los burgueses de la derecha en nuestro país, la privatización de las empresas y el desmejoramiento progresivo del estado, esta crisis global a determinado que la mano invisible del mercado y la personalidad del mismo, no es un modelo fiable, destruye todo lo que tiene a su paso, con la finalidad de quedarse con la mejor parte.

La lucha es de largo aliento, la resistencia tiene que ser nuestra prioridad en este momento, desmontar el aparataje Burgués no es sencillo, por ello nos debemos a la tarea de estudiar todos los días, para producir práctica revolucionaria como dijo Lenin. El comandante Fidel Castro en una de sus reflexiones expreso “la lucha apenas comienza”.

La revolución apuntala hacia el derrocamiento de los viejos vicios producidos por la mentalidad individual, pero la única forma de desarrollar la nueva concepción del ser humano, es a través de una ideología fortalecedora, demos pasos hacia la consolidación de las escuelas de cuadros, principio fundamental y sustentación del proceso.

El mundo reclama una nueva cosmovisión y concepción filosófica de si mismo, entendamos el paso que estamos construyendo y el camino por donde vamos. Es hora de la revolución, la hora de la izquierda ha llegado, tenemos como expreso Rosa Luxemburgo una necesidad histórica, hagamos el socialismo científico.


Estamos Venciendo.

hectormunoz1326@gmail.com

martes, 26 de mayo de 2009

Los Poderosos Prejuicios Antisocialistas

Por: Manuel C. Martínez M.
Fecha de publicación: 25/05/09


Consideramos que el tiempo completo de relajación del Sistema Capitalista
espera todavía por muchas vueltas alrededor del Sol. La libre
convertibilidad del explotado en explotador y el virulento contagio de este
sistema potencian y convierten a favor suyo hasta el más ilustrado de los
asalariados de formación marxiana y marxista.

Entiéndese por formación marxiana la adquirida directamente de las obras y
ediciones propias de las manos y cerebros de Karl Marx y Federico Engels.
Entiéndese por f. marxista la posteriormente derivada de las obras,
versiones y ediciones de los intérpretes de la obra de aquellos.

Tomemos como ejemplo los Nobelados de la Literatura y Economía desde los
años finales del Siglo pasado. Casi todos los artistas, literatos y pintores
y músicos de elevado intelecto fueron severos críticos de las injusticias
cometidas por los gobernantes y poderosos de todos los tiempos. De un tiempo
para acá eso ha sufrido notorios y reversibles cambios. Por ejemplo, Karl
Marx representó (y lo sigue haciendo) el crítico más objetivo y contumaz del
Capital como formación socioeconómica o modo de vida bajo condiciones de
explotación de muchos hombres por sólo unos pocos, relativamente hablando.

El genial Beethoven optó por suprimir el Epitafio en el nombre original
de su preciosa "Tercera Sinfonía, Eroica( Emperor)". Lo hizo como reacción a
la conducta proimperialista sorpresivamente asumida por Napoleón
Bonaparte cuando éste se autocolocó la corona correspondiente. El epitafio
eliminado expresaba la complacencia anterior del compositor, puesto que la
dedicaba a la celebración de la memoria de un gran hombre.

Veamos la Alta Gerencia y Administración de las empresas burguesas de mayor
giro económico. Casi todos esos factores terminan como socios de poderosas
empresas capitalistas.

Fijémonos en la inapropropiadamente llamada Clase Media de los países del
mundo mercantil. En el grueso estadístico de todos esos asalariados se puede
observar una sumisión absoluta de la gestión imperialista y globalizadora
del gran patronaje burgués. Estos aristocratizados de la plantilla salarial
suelen desentenderse de la hambruna generada en el mundo burgués. En su
defecto, usan a esta con fines económicos para repotenciar y alimentar el
mismo sistema que los engendra a ellos y a la hambruna e intranquilidad
sociales que nos caracteriza desde hace más de 2 cientos años de
europeizada industrialización burguesa.

La fuerte y eficaz virulencia de la mercancía capitalista es tal que basta
una de sus unidades para llenar de ellas el amplio espectro de la
economía del país, de una región y hasta del planeta mismo.

Fue a partir de la primera contrata de mano de obra no esclava ni feudal que
todo esto comenzó. El hombre que no tiene nada qué vender como producto
suyo, sino su propia fuerza de trabajo, más tarde o temprano termina
vendiéndola al primer patroncito que le proponga comprársela. De allí en
adelante el comprador se hace capitalista y el vendedor asalariado, burgués
y proletario, el primero explotador y el segundo explotado, y todo
ocurre ante la mayor incredulidad de legos y leídos.

Luego de esa prologación, pasemos a enumerar y admirar los innegables
encantos del sistema de vida más perfectamente desarrollado hasta ahora en
materia de "explotación del hombre por el hombre", y por sí mismo,
agregamos nosotros:

Comprar mercancías útiles y necesarias para sus consumidores
potenciales, limitarnos a su exposición en los inventarios de cualquier
tarantín, y dedicarnos cómodamente a esperar por sus ansiosos compradores,
es una de la pocas tareas laborales a las que pueda dedicarse una persona,
y si además con esas transacciones de compraventa su practicante logra
lucrarse y hacerse rico y hasta muy rico, entonces, ¡bienvenido sea! el
sistema que ha comercializado la producción de las mercancías y
convertido al mundo en un mercado máximamente generalizado. Este mercado es
comprensivo de la producción y compraventa del dinero, de las materias
primas, de la producción y venta de los medios de producción, y, lo más
interesante, representa un sistema de vida que logró convertir a la mano
de obra feudal y esclava en una mercancía libre y semoviente,
encantadoramente productora de otras mercancías, como tal, susceptible de
compraventa y en la cual se halla la base y la fuente de todo tipo de
enriquecimiento económico. Esta mano de obra incluye técnicos, científicos
y artistas, burócratas y filósofos.

Fíjese usted: Que un trabajador diligente, industrioso y vocacionalmente
trabajador logre con su salario hacerse de un modesto capital burgués, o
tomarlo a préstamo de algún ente financiero, con el cual iniciar
prósperamente su carrera como explotador de otros asalariados como él, o
inferiores a él y hasta superiores a él, no puede menos que admirarse como
una de las incuestionables "bondades" de este sistema, aunque detrás de sus
deslumbrantes encantos haya terminado escondiéndose la más perversa forma
de vida sociohumana.

Si bien es cierto que los pocos y grandes explotadores pertenecientes a la
Alta Burguesía se forman por la decantación piramidal de la inmensa masa de
explotadores, tenemos que reconocer que quedan en su amplia base los
numerosos comerciantes medios y detallistas, los pequeños y medianos
productores. Todos ellos representan una considerable cantidad de
trabajadores y ex trabajadores obviamente satisfechos con el sistema, aunque
vivan permanentemente quejándose ante cualquier impedimento regulador de la
avaricia sembrada en todo comerciante, en todo industrial de un sistema
que no conoce límites superiores para el enriquecimiento personal, habida
cuenta de que cada "dólar" de riqueza adicional se integra al capital de
propiedad privada y personal.

Otro encanto no menos importante es literalmente poder renacer de sus
propias cenizas. El ejemplo nos viene dado por la extraordinaria y creciente
recuperación de la economía capitalista luego de profundas debacles o crisis
económicas experimentadas en reiteradas oportunidades, al punto de haber
incorporado como suyos los famosos ciclos de la economía burguesa. Sólo
zozobran y sucumben los capitalistas de menor giro sobre los cuales pesan
mucho las eventualidades y azarosos vaivenes del mercado.

Ahora bien, es difícil hallar consensos entre trabajadores y explotadores
medianos y pequeños en materia de renuncia al sistema que, en primer lugar,
es el único que han conocido. En segundo lugar, renunciar al sistema que les
ha permitido vivir holgadamente, y en tercer lugar un sistema de vida
donde probar que unos hombres explotan o viven del trabajo ajeno de sus
trabajadores es todavía materia de discusión e incredulidad casi
generalizada.

Porque, sencillamente, el grueso de los trabajadores asalariados no
experimenta la explotación como lo hacía el siervo medioeval y el esclavo de
más atrás. El asalariado no se capacita concienzudamente para renegar de
su patrono como persona que lo explote, mientras aquel logra de ésta
mejoras salariales y todas esas reivindicaciones que han permitido el
fomento y mantenimiento del estrato sindical.

Esas bondades y encantos capitalistas pasan a convertirse en poderosos
prejuicios antisocialistas que terminan coadyuvando con el patronaje y
negando las aspiraciones revolucionarias de las minorías de trabajadores
que van renunciando a la conciencia burguesa y sustituyéndola por una
verdadera conciencia proletaria.