Fecha de publicación: 29/05/09
Introducción.
Adentrarnos en el estudio del poder político es necesario mencionar que el Estado nace cuando un grupo humano, se establece en un territorio determinado y se organiza jurídicamente, es decir; se crea la figura de autoridad, que dirige y regula la acción de los hombres con la intención suprema de alcanzar el armónico funcionamiento de la sociedad, esta autoridad que nace de un orden establecido es lo que se conoce como autoridad suprema o autoridad soberana, ahora bien lo que interesa como delimitación es ubicar la corriente y la orientación en la cual nos ubicamos para esta reflexión
La premisa o hilo conductual de la reflexión sobre el Poder en América Latina desde una Visión progresista, sustentada en los principios del marxismo, y materializada en el desarrollo de las izquierdas latinoamericanas, es la forma como las izquierdas utilizan el poder y como este debe ser utilizado desde un aspecto transformador más que dominador.
Es así como se hace un esfuerzo por contextualizar el poder, desde la concepción marxista y su vinculación con el Estado, ya que ambos conceptos están totalmente interconectados y dependen uno del otro, por tal motivo se logra hacer una pausa en la comprensión des Estado y como este se concibe, dejando claro que existen diferentes acepciones y premisas, pero nos ubicaremos en Poulantz y en Gramsci para la contextualización.
En cuanto a la materialización del ejercicio del poder por las izquierdas latinoamericanas, se desarrolla el punto con especial énfasis en las formas como se llega al poder, cual es la utilidad del poder y para que se pretende el poder, entendiendo que las fuerzas de izquierda en occidente representan un espacio importante para el estudio puesto que en los últimos años se han venido desencadenando reformas y procesos sociales en los cuales los candidatos de izquierda han salido favorecidos, gracias a la constante critica al neoliberalismo y su posición como una fuerza alternativa para transformar y consolidar un nuevo sistema social.
Por ultimo se hace una serie de consideraciones para las diferentes izquierdas latinoamericanas que están en ejercicio del poder y para las que pueden llegar al poder, partiendo de las características de cada sistema y de sus especificidades en cuanto al contexto del país donde se desarrolla el ejercicio del Poder Político.
1. El Poder.
El estudio del poder político, no conduce necesariamente a la cuestión política y jurídica siendo estos factores importantes para conceptualizarlo, pero también es necesario determinarlo desde el aspecto sociológico.
Para el funcionamiento de los grupos sociales que coinciden en un espacio, se pretende de un orden y un establecimiento de normas que garanticen la convivencia ciudadana, traduciéndose en el ejercicio del poder.
Como lo plantea Fayt, Carlos: “El poder es un fenómeno social, producto de la interacción humana. Consiste en la relación de subordinación en que se colocan recíprocamente los seres humanos. Esta relación de subordinación requiere la presencia de dos términos, el mando y la obediencia” 1
Es de esta manera como el poder nace como una necesidad apremiante de asegurar la convivencia humana por cuanto si no existe el orden y la autoridad entonces la anarquía destruye la posibilidad de convivir y de interactuar en una sociedad.
El poder como elemento del Estado representa la autoridad que permite ordenar y regular los actos de los ciudadanos hacia un bien común, la sociedad entonces necesita de de la autoridad para encauzar en una dirección ordenada, los esfuerzos de todos los ciudadanos para conservar la paz y la justicia en la vida interna y procurar su defensa de las agresiones externas 2
El poder en la concepción de Foucalt no tiene una única fuente ni una única manifestación, entendiendo por dominación no solamente el hecho macizo de una dominación global de uno sobre los otros, o de algún grupo en particular sobre otro, sino como las variadas formas de dominación que se ejercen o manifiestan dentro de una sociedad, y en este sentido abarcan o comprenden una compleja gama de formas y de naturaleza.
Es así que en cuanto un grupo social determinado se apodera de los mecanismos regulatorios de esas manifestaciones, elabora una superestructura que se aplica a los potenciales dominados. “No hay ejercicio de poder posible sin una cierta economía de los discursos de la verdad que funcionen en, y a partir de esta pareja”.3 , aludiendo a la relación entre esa superestructura y la voluntad de los potenciales dominados, emparentándose en este sentido con la visión de Max Weber al respecto: “Debe entenderse por “dominación”,… la probabilidad de encontrar obediencia dentro de un grupo determinado para mandatos específicos (o para toda clase de mandatos).Un determinado mínimo de voluntad de obediencia, o sea de interés (externo o interno) en obedecer, es esencial en toda relación auténtica de autoridad”4.
Ahora bien, caracterizando el Poder desde diversas posturas, se analizara desde el punto de vista en el cual se hará especial énfasis, para desarrollar los argumento en cuanto a el desarrollo y ejercicio del poder político en América Latina.
2. El Poder desde la Concepción Marxista.
En cuanto a la determinación del carácter revolucionario de la concepción marxista del poder. Es necesario diferenciar los postulados que se desprenden de la infraestructura y superestructura. Al respecto Louis Althuser 5 plantea: “que según Marx la estructura de toda sociedad está constituida por niveles o instancias articuladas por una determinación específica: la infraestructura o base económica (unidad de fuerzas productivas y relaciones de producción), y la superestructura, que comprende dos niveles o instancias: la jurídico-política (el derecho y el Estado) y la ideológica (las distintas ideologías, religiosa, moral, jurídica, política, etc.)”6.
En este sentido conceptualizamos el Poder desde la concepción Marxista, en el cual el micro poder, en términos de Foucault, se detiene bajo una idea jurídica aparentemente igualitaria como un Contrato social, de esta manera, El Poder no es una sustancia invariable y homogénea a lo largo de la historia. Tal afirmación se corresponde exactamente con lo que debe decirse de la Producción.
El Materialismo Histórico investiga precisamente las transformaciones que en el Poder y la Producción acontecen, haciendo de ambos conceptos un sistema de relaciones cuyos términos y operatorias, así como el sistema y el tipo mismo de relaciones, se transforma sin cesar. El marxismo, más allá de los expedientes, asume perfectamente la idea de que el Poder no es una “superestructura”, a modo de reflejo o instancia reguladora, y en todo caso ajena a la base económica que le corresponde y que debería constituir su explicación determinista.
Quedando claro que el Poder no pude entenderse como una “superestructura” externa a la Producción misma, un regulador separado del desarrollo de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción. El Poder no se limita a las instituciones (no se reduce, desde luego a los tres “Poderes” de Montesquieu, ejecutivo, legislativo y judicial). El Poder “habita”, por decirlo así, en ellas y se ejerce en ellas, incluyendo las Industrias, pero en modo alguno el estudio del Poder es sólo el estudio de la vida de las instituciones: empresariales, políticas, religiosas, etc.
3. La Concepción Marxista del Estado.
El Estado puede considerarse como la fuente principal y el defensor fundamental de las normas dentro de un determinado territorio y una cierta sociedad. Esta es una apreciación mínima que pude ser común para todas las teorías y corrientes sobre el Estado.
Pero para los efectos de esta reflexión nos aproximamos a la corriente Marxista y esta nos indica que el Estado es una relación social y especial y especifica, fue en este sentido como Poulantzas7 definió al Estado como una condensación material de relaciones sociales, sobre todo como relaciones de clases. Pero hay otras concepciones de este tipo; como las relaciones entre el Estado y la Sociedad como un contrato social.
Según Gramsci 8 Al Analizar el aparato del Estado, plantea que necesario especificar en primer lugar un punto importante: el Estado (y su existencia dentro de su aparato) sólo tiene sentido en función del poder de Estado. Toda la lucha política de las clases gira alrededor del Estado. Para Esclarecer: alrededor de la posesión, es decir, de la toma y la conservación del poder de Estado por cierta clase o por una alianza de clases o de fracciones de clases. Esta primera acotación nos obliga a distinguir el poder de Estado (conservación del poder de Estado o toma del poder de Estado), objetivo de la lucha política de clases por una parte, y el aparato de Estado por la otra.
Por esta razón el Estado es concebido, como pura “sociedad política”, donde La hegemonía estatal no radica en la sociedad política: es el nervio vital de la sociedad civil. De esta manera, el Estado no puede ser sólo el aparato gubernamental, sino que es además el ámbito de la sociedad civil. En tal sentido, la formulación gramsciana es dominante: “el Estado es igual a la sociedad política más la sociedad civil, es decir, la hegemonía reforzada por la coerción.” 9
Es así como se intenta hacer una clasificación de esta “teoría marxista del Estado”, a partir de lo que los mismos clásicos del marxismo han afirmado: a)El Estado es el aparato represivo de Estado; b) Se debe distinguir entre el poder de Estado y el aparato de Estado; c)El objetivo de la lucha de clases concierne al poder de Estado y, en consecuencia, a la utilización del aparato de Estado por las clases (o alianza de clases o fracciones de clases) que tienen el poder de Estado en función de sus objetivos de clase y d) El proletariado debe tomar el poder de Estado completamente diferente, y elaborar en las etapas posteriores de un proceso radical.
4. La Izquierda en América Latina.
En este punto se analiza la definición de izquierda en un razonamiento crítico donde no se describen todas las posiciones sino que se hace una valoración para buscar un esquema de pensamiento explícito en las concepciones de esta izquierda ante los diferentes hechos históricos. Siendo así no interesa el análisis toda la izquierda, sino la intelectualidad donde esto adquiere coherencia.
Resulta importante introducir en el ensayo un punto especial que aborde específicamente el problema de la identificación de izquierda latinoamericana a partir de criterios elegidos alguno de sus exponentes que apuntan sobre el problema de la definición de izquierda como problema en el actual movimiento ideológico en América Latina.
En este sentido Jorge Castañeda considera que la complejidad de la definición de izquierda está en su heterogeneidad, en su carácter polémico.10 Para asumir la tarea de la conceptualización el autor enmarca temporalmente la izquierda, tomando como referencias acontecimientos históricos latinoamericanos que han simbolizado y tipificado una época. Uno de ellos es la Revolución Cubana, con la que relaciona una vertiente que hace común la mayor parte de la izquierda. Esta comunidad enfatiza el cambio por encima de la continuidad, prioriza la justicia social sobre el desempeño económico en la identidad nacional, y la soberanía sobre la integración económica. El segundo período de tiempo se enmarca entre las muertes de Ernesto Ché Guevara en 1967 y Salvador Allende en 1973, fundamentadas por las experiencias revolucionarias del continente, y el tercer momento lo sitúa desde la victoria sandinista en 1976 hasta su derrota electoral en 1990.
Pablo González valora: que no es fácil definir la izquierda en América Latina señalando que "En efecto, las banderas de izquierda son, por definición, el cambio social, la ruptura de esquemas tradicionales, el desafío de las verdades aceptadas, la confrontación con el conservadurismo y el aislacionismo, la propuesta intelectual renovadora y la defensa de los ideales de progreso, democracia y participación y liberación". 11
En su gran mayoría, los autores que asumen el oficio de conceptualizar el término izquierda afirman que existe gran ambigüedad a su alrededor. Uno de los terrenos confusos está en la imprecisión epistémica al valorarla, pues es definida como término, como noción ideológica, o por sus señas de identidad.
Para Gabriel Vargas Lozano la izquierda es una noción ideológica que siempre ha tenido un contenido histórico que la compromete. Señala: "La izquierda siempre ha luchado, desde la Revolución Francesa, por aliviar las condiciones de desigualdad natural o social y la derecha, al considerar que la desigualdad es "natural y eterna" ha preferido el concepto de libertad individual, entendiéndola hoy básicamente como libertad de mercado".12
Para este autor tanto la derecha como la izquierda son identidades ideológicas y políticas donde se expone una elección de valores que no son fijos y se encuentran en permanente transformación.
Carlos M. Vilas, señala que es aconsejable precisar, para saber de qué se está hablando. Se entiende por izquierda: "...a las organizaciones políticas y sociales que hacen de lo popular el referente principal de su acción política". A su vez lo popular apunta a una intersección de explotación económica, opresión política y pobreza, con proyecciones diferenciadas en el ámbito cultural, valores, representaciones, actitudes y pautas de comportamiento.13 La definición de Vilas señala más a una definición de la izquierda como una entidad política de actores y autores de la contingencia social.
5. El Poder en las Izquierdas Latinoamericanas.
En la actualidad existe una gran fuerza y un gran poder y es el del neoliberalismo, triunfando en el plano ideológico, pero no propiamente en el plano económico, como lo afirma la actual crisis mundial que tiene como epicentro los EEUU, y que afecta a los países latinoamericanos que fueron arrastrados por el modelo neoliberal.
En cuanto al punto que nos interesa es necesario destacar que el poder político dejo de ser una preocupación medular no sólo para los partidos comunistas de los países latinoamericanos, según Marcos Roitman 14, existe la actitud de impotencia o conformidad con el status que tomo también alguna fuerza de la izquierda tradicional.
Las fuerzas de izquierdas en América latina, emergieron de la necesaria crítica a las desfavorables consecuencias del capitalismo como ante la actitud benévola de aquellas llamadas izquierdas tradicionales que nunca ofrecieron la propuesta de tomar el poder político, manejando especialmente la vía electoral para luego adecuar soluciones para los sectores sociales más necesitados y profundizar los mecanismos de participación democrática.
En la actualidad la mayoría de las izquierdas latinoamericanas, parecen coincidir con los postulados de Rosa Luxemburgo en donde plantea:“la democracia es indispensable, no porque haga innecesaria la conquista del poder político por el proletariado sino, al contrario porque hace indispensable y posible la conquista del poder”15 tomando en consideración las ideas de esta revolucionaria polaca según las cuales las reformas por genuinas que sean no cambian la naturaleza de la sociedad, y considerando que en la actualidad no existe revolución como tal y por el contrario existen reformas y los revolucionarios tienen que aprovechar las posibilidades que estas ofrecen.16
Las Nuevas fuerzas de Izquierdas que emergen desde finales del siglo XX y principios del Siglo XXI, se han caracterizado por diferenciar entre el poder como posibilidad de dominación en cuanto al sistema y estructura establecida para dominar y el poder como capacidad de realizar una actividad. Es así como se pueden observar procesos sociales como el poder indígena con su poder de presión y control para destituir presidentes como en el caso de Ecuador y Bolivia o del poder popular o comunal para ejercer la fuerza y solicitar el restablecimiento del orden democrático como es el caso de Venezuela 2002.
En este orden de Ideas, el punto central no es tomar el poder, sino saberlo utilizar sin dejarse influenciar de factores externos y de las entidades financieras, ya que en la experiencia latinoamericana se tienen ejemplos claros de este proceso persuasivo y manipulador, tal es el caso del actual gobierno de Brasil, consolidando la tesis de Margaret Tatcher, donde no hay otra alternativa que aceptar las formulas del neoliberalismo. Pero en la actualidad los objetivos de las estrategias políticas de la izquierda se centran en el ejercicio del gobierno y las reformas democráticas del Estado, en la búsqueda de transformar las estructuras que garanticen mayor suma de justicia social.
Algunos autores consideran que las izquierdas se han concentrado en la sociedad civil y han renunciado a la tarea de transformar el Estado, proporcionando el libre camino a los neoliberales, otro aspecto tiene que ver con la utilización o no de los mecanismos democráticos tradicionales por parte de los movimientos sociales, ya que estos han venido buscando elevar el concepto de participación social y en base a esto surge un proceso de constitución del sujeto político frente al Estado.
Desde otro punto de vista resulta un tanto suspicaz Garavito Rodríguez al mencionar que: “los triunfos electorales le llegaron a la izquierda ante de que tuviera tiempo de organizarse”17 justificando el tiempo que llevan las izquierdas organizándose para la toma del poder político, pero desde allí a acceder a nuevas formas de poder como lo realizo Evo Morales al nacionalizar los hidrocarburos, de otra manera algunos movimientos de Izquierda no han sido capaces de lograrlo adecuadamente, como si lo ha hecho mucho mejor la derecha, que sabe construir el consenso entre sus diferentes sectores y unirse eficientemente para enfrentar a la izquierda.
Dentro de los discursos políticos de los movimientos de izquierda en los últimos años, existe un punto común, el de referirse a la crisis e ineficiencia de los partidos tradicionales de derecha, pero esta falta de credibilidad y aceptación afecta el posicionamiento de todos los partidos en general, ya que han emergido nuevos impulsos o movimientos sociales como los; indigenistas, campesinos, sindicales, ecológicos. etc..., convirtiéndose en factores de poder que no pueden desestimarse.
La Izquierda latinoamericana ante el controvertido poder, tiene que focalizarse en como asumirlo, aprovecharlo en beneficio de los sectores más necesitados, defender y desarrollar formulas más ajustadas al contexto, los nuevos tiempos y el fenómeno de la globalización, por tal motivo se hace necesario plantear algunas propuestas producto de la reflexión teórica y de la observación empírica de las ultimas experiencias de izquierda con sus éxitos y fracasos.
6. Propuestas en cuanto al Poder y su utilidad en las Izquierdas Latinoamericanas.
- Las Izquierdas Latinoamericanas están obligadas a diferenciar teórica y prácticamente las distintas formas de poder en que a las tradicionales del poder económico, jurídico, político y militar y prestar atención al poder de los medios de comunicación que hoy en día es más fuerte y le hace un fuerte contrapeso gracias a las fuertes garrafales mentiras, tales como que en un eventual triunfo no se permitirá ningún tipo de oposición.
- Hay que tener en cuenta que no se ha partido de la nada, sino que cuentan con una tradición de luchas, forjadas por la izquierda tradicional que incluso expusieron sus vidas defendiendo ideales de lograr una sociedad más justa.
- Es necesario hacer un balance critico de las experiencias ultraizquierdistas, quienes no propiciaron un cambio favorable para los amplios sectores populares y en la mayoría de los casos propiciaron fuertes reacciones, que a la larga trajeron serias consecuencias sobre la población.
- Se debe tener presente el imperante binomio cívico-militar, que se traduce en un poder incondicional tanto interno como externo.
- Fortalecer el poder comunal, logrando una articulación para la acción social coordinada por vías de participación democrática de determinados sectores populares, campesinos, indígenas sindicales, estudiantiles.
- Introducir con fuerza el tema ecológico, no solo en el discurso político, sino en planes ajustados a la realidad de cada país, ya que por encima de cualquier poder territorial de subordinación, esta el poder de la naturaleza y esta en peligro la propia existencia de la humanidad.
- El Poder debe ser tratado y utilizado lo más humanamente posible, pero lo más importante es que quienes ejercen el poder hoy día y quienes a la larga lo ejercerán deben acomodarlo a las particularidades de cada país.
- Es necesaria la utilización del poder para agilizar los cambios sociales, tomando en consideración que aunque estos no sean de inmediato, deben hacerse en sintonía y con buena lectura del pueblo, ya existe una experiencia en Venezuela a partir de los resultados del referéndum constitucional en el 2007.
- Entre los grandes desafíos de las izquierdas, esta fortalecer un poder comunicacional y de las tecnologías de la información, por su importancia en todos los ordenes de la vida contemporánea.
- Los Gobiernos de Izquierda que se encuentran en el poder, deben remitirse a la practica de la integración y la solidaridad, este elemento se desarrolla actualmente con el nacimiento de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA), que constituye un brazo articulador con la extensión del MERCOSUR, con el objetivo de lograr niveles de dignificación a los países latinoamericanos.
- El hecho del triunfo de algunos candidatos de izquierda en los últimos años para nuestra América Latina deben ser considerados como un logro significativo ante el dominio hegemónico de un sistema, pero si ese poder no se traduce en el ejercicio del poder político para el logro e impulso de transformaciones sociales, entonces no se podría probar que otro mundo distinto al poder capitalista es necesario y posible.
Conclusiones.
- El poder nace como una necesidad apremiante de asegurar la convivencia humana por cuanto si no existe el orden y la autoridad entonces la anarquía destruye la posibilidad de convivir y de interactuar en una sociedad, por otra parte el poder como elemento del Estado representa la autoridad que permite ordenar y regular los actos de los ciudadanos.
- El marxismo, asume perfectamente la idea de que el Poder no es una “superestructura”, a modo de reflejo o instancia reguladora, y en todo caso ajena a la base económica que le corresponde y que debería constituir su explicación determinista.
- la izquierda en América Latina son, por definición, el cambio social, la ruptura de esquemas tradicionales, el desafío de las verdades aceptadas, la confrontación con el conservadurismo y el aislacionismo, la propuesta intelectual renovadora y la defensa de los ideales de progreso, democracia y participación y liberación.
- La izquierda siempre ha luchado, desde la Revolución Francesa, por aliviar las condiciones de desigualdad natural o social y la derecha, al considerar que la desigualdad es "natural y eterna" ha preferido el concepto de libertad individual, entendiéndola hoy básicamente como libertad de mercado.
- Para las Izquierdas el punto central no es tomar el poder, sino saberlo utilizar sin dejarse influenciar de factores externos y de las entidades financieras, ya que en la experiencia latinoamericana se tienen ejemplos claros de este proceso persuasivo y manipulador.
- Ante el controvertido poder, La Izquierda latinoamericana tiene que focalizarse en como asumirlo, aprovecharlo en beneficio de los sectores más necesitados, defender y desarrollar formulas más ajustadas al contexto.
Referencias Bibliograficas.
Althuser Louis. (1970). “Ideología y aparatos ideológicos del Estado”. Notas para la Investigación Revista La Pensé. Paris, Francia
Castañeda, Jorge. (1993) “La utopía desarmada”. Ediciones Planeta. México. Pág.24
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Weber, Max.. “Economía y Sociedad”. (Cáp. III Los tipos de Dominación) Biblioteca Virtual Universal. Disponible en: http://www.biblioteca.org.ar/resultados.asp