sábado, 1 de agosto de 2009

El Socialismo y Dios

Por: Freddy Yépez
Fecha de publicacion: 30/07/09

Definitivamente, la religión es un problema que va mucho más allá de los rasgos esenciales del socialismo, y que sólo cuando la humanidad sea realmente culta sentará las bases para el rompimiento con toda superstición, mito, dogma y hechizos milagrosos aun cuando le de la mayor libertad posible a la imaginación como fuente de inspiración para las artes. Por algo Lenin dijo que la Religión es el reflejo “... anormal, fantástico, en la cabeza de los hombres, de las fuerzas naturales y sociales que los dominan ”, de lo cual deducía que sólo satisfaciendo todas las necesidades materiales fundamentales del ser humano, éste podía adquirir ese nivel de conocimientos científicos que lo apartará, para siempre, de toda creencia sobrenatural.

Engels dijo que la Ilustración preparó las cabezas para la revolución burguesa francesa y entre sus combates estuvo el chocar, de manera abierta pero no definitiva, con la religión. Esta supo colgarse del cuello de Descartes (tres cuartas partes materialista y una cuarta idealista) para adaptarse a las exigencias de cambios que requería la revolución que llevaba en su entraña el capitalismo.

Robespierre, ya casi derrotado luego de haber sido el dirigente más importante de la revolución burguesa francesa, quiso inventar un nuevo Dios para tratar de salvarse y conservar supremacía del ideal que representaba. La burguesía ya tenía su Dios material supremo que no permitía interferencia de cualquier otro Dios religioso o ideológico. El dinero, el dinero, en manos de la sagrada propiedad privada tenía las armas de todo género a su favor. Robespierre, sencillamente, fracasó y concluyó su vida en la guillotina, por la cual él había echo rodar centenares de cabezas de opositores acérrimos y hasta de otros sin justificación alguna.

El escritor y revolucionario Máximo Gorki también quiso inventar un nuevo Dios para ponerlo al servicio de la revolución. Eso le costó muchas críticas de Lenin, quien lo admiraba como literato pero le rechazaba todas esas ideas que se abrazaban al escolasticismo que sustentan su fundamento en poderes del más allá, lejanos a la verdadera realidad en que se desenvuelven las sociedades y en las que el proletariado debe hacer su revolución. Algunas décadas antes el célebre filósofo materialista Feuerbach pretendió, inspirado en el amor como la fuerza motriz de una revolución o transformación económico-social, perfeccionar a la religión y resguardarla de malos avisos y desvaríos de supersticiones extremas. Eso le valió duras críticas provenientes de Marx y Engels.

En 70 años de revolución rusa, con sus grandes aciertos en los primeros años y desaciertos en los posteriores en materia ideológica –por ejemplo-, no fueron suficientes para reducir la militancia o activismo religioso sino, por el contrario, se incrementó la creencia en la doctrina ajustada a la revelación y decisiones oficiales de la Iglesia. Lenin, en sus años que ejerció la presidencia del Consejo de Comisarios del Pueblo, no aceptaba que cualquier funcionario del Estado o dirigente del partido bolchevique o comunista se ocupara de combatir las creencias religiosas, porque en vez de hacer un bien consolidaban un mal a la revolución. Y si Lenin razonaba o actuaba de esa manera no era por negarle absolutamente a nadie su derecho a las libertades de pensamiento, juicio y de expresión, sino por el cuidado que debe tenerse con una materia tan delicada y no llegase a maltratarse, confundiendo a un jerarca de la Iglesia con la masa de creyentes, a una institución influyente y poderosa en la conciencia de las masas. Sólo en la fase comunista propiamente dicha se darán integralmente las condiciones para que toda la humanidad adulta sea culta desde los pies hasta la cabeza.

Hace poco, por razón urgente de salud, me tocó trasladarme a un CDI, donde todo el personal profesional y técnico, es cubano. La especialista que hace los estudios del departamento en que me enviaron debe tener, aproximadamente, entre cuarenta y cuarenta y cinco años de edad; es decir, nació en la revolución, se desarrolló y fue formada y educada en los postulados de la revolución que pregona el socialismo para suplantar de manera definitiva al capitalismo. Mientras ella hacía los preparativos para el estudio sostuvimos un corto y ameno diálogo. Sin duda alguna, una cubana de buen hablar, de trato muy cordial, comprometida con una admirable vocación de servicio al prójimo y, además, bastante atractiva y que es lo de menos.

Lo cierto es que en una parte de la conversación, no recuerdo por cuál motivo o razón, me dijo más o menos lo siguiente: “Todo depende de Dios, es él quien tiene la última palabra del destino de las personas. Creer en Dios es la primera razón del ser humano”. Y qué me dice de Fidel, le pregunté. Me respondió de esta manera: “Fidel es grande para nosotros los cubanos y las cubanas; a él debemos mucho de lo que tenemos, de lo que somos y de lo que seremos en el futuro, pero, entienda usted, Fidel es local, es para Cuba, pero Dios es universal y no tienen comparación sus poderes”. Recordé, inmediatamente, que en 1988 una anciana cubana, en respuesta a una pregunta que le hice del por qué siendo religiosa o creyente en Dios creía en Fidel, me había respondido: “Hay mijo: Dios en el Cielo y Fidel en la Tierra. No hay contradicción entre ellos”.

Entonces uno tiene que ir a la siguiente conclusión: la revolución cubana tiene ya de existencia medio siglo; unos cuarenta y cinco años en que Fidel y la dirigencia cubana le han hablado y escrito al pueblo de socialismo y, casi al mismo tiempo, de marxismo, lo cual a primera vista nos haría creer que todas las generaciones que nacieron y se formaron en la revolución deberían ser marxistas y, por consiguiente, no profesar ninguna religión. Pero se sabe que la revolución cubana se ha visto, en esos cincuenta años, enfrentada a rigores difíciles y complejos porque, entre otras cosas, el imperialismo ha tratado por todos los medios posibles de derrocarla y que Cuba vuelva a los andares de una nación subdesarrollada satélite de Estados Unidos. La isla jamás ha gozado de recursos naturales propios para enfrentar las crisis alimentadas por el imperialismo, pero ha contado con un pueblo dispuesto a todos los sacrificios para no dejarse derrumbar ni despojar lo que se ha determinado como destino como también, es justo reconocerlo contó y aún cuenta con la solidaridad de varios Estados que sienten simpatía por la revolución cubana.

La otra conclusión importante, como guía para el pensamiento y la acción de una revolución, es que si algún combate requiere de paciencia, de extremo cuidado en las palabras, de muchos elementos científicos, de comprensión a las inquietudes, de diálogos permanentes sin condicionamientos radicales, de mucha perseverancia en la formación integral de la persona, de solidaridad sincera y verdaderamente revolucionaria es, sin duda alguna, el que debe materializarse con toda religión que vea en la revolución proletaria o socialista a un enemigo diabólico que quiere cortarle la cabeza, las manos, los pies y chuparle la sangre sin darle ningún derecho al pataleo. Eso no significa, de ninguna manera, que una revolución permita y sea indiferente a las conspiraciones que vengan de donde vengan traten de derrocarla por la vía de la violencia social.

EStado, Fundamentacion del poder

Por: Emirio Vera
Fecha de publicacion: 30/07/09

Latinoamérica debe visualizar los cambios políticos que se avecinan y donde los discursos de carácter ideológico deben mejorar para constituir un gran movimiento de acción popular con la participación de todo un colectivo nacional con el fin de conformar un modelo de gobierno capaz de acelerar la tecnología y la conciencia política del pueblo.

Una democracia participativa como amplia debe ser el lema de todos los venezolanos para llevar a los más humildes más progreso, paz y justicia social. Hay vientos de cambio para los venezolanos, en consecuencia, debemos proseguir un trabajo de campo para lograr una asistencia masiva a los talleres ideológicos dictados desde Caracas para la formación política del Estado y sus ciudadanos.

Lo importante, es que, ésta etapa de trancisión ha venido madurando a la sociedad y evaluándola, donde los participantes deben reagruparse para crear un nicho que represente el movimiento juvenil nacional. En política, se debe cambiar los mitos y refundar el concepto de Estado bajo la orientación directa de los consejos comunales.

En éste lado de América, hemos tomado la iniciativa de recapacitar para ayudar a un pueblo que exige la acción de los intelectuales en la estructura dialéctica del Estado. Hay que seguir luchando por un Continente libre y donde el pueblo trabaje mancomudanamente para proteger la democracia y decirle a la Iglesia que no siga metida en el campo político que no le pertenece. Hay que permanecer en la calle para resguardar los intereses de un colectivo.

No solo es necesario ganar batallas ideológicas, es necesario nuclearizar la administración del Estado hacia una vía productiva capaz, porque, el Socialismo es una teoría económica que reordena el poder y hace equitativa las ganancias en el seno popular. En este sentido, el vecindario se convierte en una verdadera fuerza comunal, hay que confrontar nuestra realidad geopolítica para proyectarla en una capacidad verdaderamente productiva.

Barack Obama, todavía no difunde un mensaje claro para Centro y Latinoamérica, son confusas sus apreciaciones y designo a los Clinton para resolver las inquietudes de los presidentes sureños. Pero, todos conocemos el resultado en Honduras y las bases militares en Colombia. Bajo cualquier circunstancia reconocemos que la pareja Clinton controla todo lo relacionado con la globalización y el Tratado de Libre Comercio, lo que indica un atraso absoluto para las inversiones en el Sur. Obama solo se ha convertido en un showman. Asesorado por los norteamericanos, el Grupo Roma fue llamado al seno de los organismos de penetración norteña para provocar golpes suaves en este lado del Continente y provocar una guerra asimétrica. De gran escala.

Debemos ir hacia un Estado que demande valores sociales nuevos y una economía más sana. Para esto, los venezolanos debemos asumir con conciencia la nueva realidad geopolítica del país y adentrarnos en las perspectivas del temario, socialismo del siglo XXI.

*FILÓSOFO.

LA MANO INVISIBLE DE MERCADO

Por: Manuel C. Martinez M.
Fecha de Publicacion: 01/08/09

La mano invisible del mercado es una metáfora polivalente. La introdujo someramente en Economía el científico escocés Ádam Smith, y pensamos que luego de más de 200 años ha sido muy aludida pero no suficientemente elucidada. La cuestionan los proteccionistas burgueses, y paradójicamente también lo hacen los marxistas. Smith sostuvo que el equilibrio del mercado respondía a un orden natural, o “divino” si a ver vamos, por lo que la acción del Estado salía sobrando.

Este es el caso: Para los intervencionistas y proteccionistas, más allá de la regulación espontánea, el mercado debe ser controlado a fin de mantener un mínimo de equitatividad entre vendedores y compradores. El equilibrio oferta-demanda evitaría tanto especulaciones como reducciones en la tasa de ganancia.

Mediante esa tesis contraria al libre mercado se pretende influir en la producción para que esta se adapte mejor a las necesidades cuantitativas populares, aunque sin ir al fondo del desequilibrio social. Un Estado proteccionista podría impedir la competencia desleal y la escasez artificial, pero con esta regulación terminaría entorpeciendo el empleo de recursos materiales y de trabajadores, cuestión esta que de entrada es intolerable para el capital. De resultas el remedio podría ser peor que la enfermedad del caso.

Es que si bien el Estado reconoce la contrariedad de intereses entre vendedores y consumidores, guarda mutis ante la contradicción entre productores y asalariados. Digamos que el Estado da prioridad al mercado frente a la producción, niega la explotación dentro de esta. Con todo eso no sólo regula el mercado sino que protege el modo de producción vigente. Se trata, pues, de un proteccionismo conservadurista.

Por su parte, el Marxismo atribuye a la contradicción de clases entre patronos y asalariados los desequilibrios del mercado. El productor sólo oferta un volumen rentable y mercadeable, y correspondientemente los asalariados deben ser solventes; afirma que al respecto el Estado se muestra incapaz de partida para ejercer una regulación eficaz debido a que es muy falso que el mercado determine la producción, sino todo lo contrario. Afirma que si no se ataca el modo burgués de producción su intervención resulta demagógica.

Como lo maneja esta doctrina, los productores se truecan en comerciantes y los asalariados en consumidores de productos finales. Los desequilibrios del mercado son recurrentes, y a lo sumo, dice, el Estado regula ocasionalmente algunas desviaciones mercantiles pero sin llegar al meollo de la producción.

Tampoco comparte la idea de una regulación extraeconómica naturalista. La Economía es una ciencia eminentemente materialista e histórica, por lo que sólo la lucha entre proletarios y burgueses podría dar cuenta de las injusticias mercantiles que no resuelven la cuestionada mano invisible del mercado ni el Estado intervencionista.

La lucha convencional entre patronos y asalariados no pasa de ser simples pujas mercantiles entre un patrono que pretende minimizar sus erogaciones para maximizar sus ganancias, y un asalariado que apenas aspira a comer y vivir un poco mejor. Se trata de la vieja, desfasada, ineficiente y fracasada lucha sindicalista. En el mercado también se trata de una lucha entre consumidores y vendedores donde unos buscan más ganancias, y otros una mayor cesta alimentaria

El Marxismo ataca tanto las políticas proteccionistas como las liberalistas. Esgrime que proteger al productor es tolerar la explotación de los trabajadores asalariados, y el liberalismo supondría libertad de contratos que también beneficia al patrono frente al indefenso asalariado.

Entonces veamos otra versión de esta interesante metáfora económica:

La mano invisible del mercado es una verdadera e inviolable ley de amplia aplicabilidad inherente y connatural al modo capitalista de producción. Por insistentes y variadas que sean las regulaciones estatales siempre la puja entre oferentes y demandantes dará cuenta de la oferta, de la demanda y del precio final, independientemente del fijado por el Estado. Hacia allí apuntó Ádam Smith; de tal dimensión fue la profundidad de sus análisis.

La mano invisible del mercado explica las desviaciones o incumplimientos de la ley de la oferta-demanda ya que esta se muestra ineficaz cuando el productor decide acortar la producción por falta de demanda solvente, ante lo cual ningún otro capitalista podría animarse para suplir el faltante ya que este no existe salvo que bajen los precios, pero estos tienen siempre el límite impuesto por la tasa media de ganancia que a la sazón sirva de brújula a todo en empresariado de productores, comerciantes y banqueros.

Una cosa son las necesidades de los consumidores, otra las obligaciones del Estado, y otra los apetitos lucrativos de los capitalista, sin embargo el Estado intervencionista o liberalista siempre tiene en mientes a toda la ciudadanía que representa a todos sus ciudadanos, y no cae en la cuenta de que los empresarios sólo sirven a sus clientes. Al Estado le resulta congruente y compatibilizable las necesidades de los ciudadanos y las del capital; pensar en contrario sería negar su propia esencia burguesa.

El Estado no se enfrenta a dos clases definitivamente antagónicas, la una busca sacarle provecho al consumidor que también funge de trabajador, mientras que los ciudadanos como clientes o consumidores, y como trabajadores están respectivamente a expensas de los vendedores y de los patronos. Obviamente, el Estado no puede armonizar tan distintos criterios ni intereses.

Cuando Ádam Smith atribuyó un orden natural a la Economía, y de allí tomó su mano invisible, simplemente dio por estacionarias las condiciones sociales entre productores y trabajadores, pero estaba consciente de que no se trataba de acciones naturales de índole vegetativa ni algo parecido. Por eso se trata de una metáfora.

La mano invisible del mercado ha estado presente en cada crisis y su correspondiente solución sin que ningún Estado haya tenido injerencia directa ni determinante. Las subvenciones estatales o auxilios financieros siempre se traducen en déficit del Fisco Nacional con lo cual se ocasiona malestar general al consumidor, y los subsidios al consumidor desestimulan la aplicación de nuevos capitales, todo lo cual hace inoperante la regulación estatal y refuerza la ingobernabilidad de la referida mano invisible. Cierto que no todos los países capitalistas marchan igual ni no todos son viables, pero una cosa es aliviar las tensiones económicas de corto plazo y regionalmente, y otra resolver su permanente y cíclica problemática en todos los países imperialistamente involucrados.

lunes, 27 de julio de 2009

PROGRAMACION DE ACTIVIDADES DEL 30 DE JULIO

VIGILIA DEL 30 DE JULIO

CARGA ACADEMICA PARA EL CICLO II/2009 ESCUELA DE CONTADURIA PUBLICA Y ADMINISTRACION DE EMPRESAS

Tengan todos buenas tardes compañeros aqui les dejamos dos links para que puedan descargar la carga academica de las escuelas de Contaduria Publica y Administracion Financiera. Cada una con sus docentes encargados.

Carga Academica de Administracion de Empresas (Con sus respectivos Docentes)
http://www.mediafire.com/?iiznjmzj1zj


Carga Academica de Contaduria Publica (Con sus respectivos Docentes)
http://www.mediafire.com/?o1wmnmmuhx5

Saludos Compañeros en cuanto tengamos la de la Escuela de Economia la publicaremos.

OJO: copiar y pegar los links en otra pestaña para descargar.

CARGA ACADEMICA PARA EL CICLO II/2009

ESPERAMOS QUE LES SIRVAN YA QUE SON LAS QUE SE HAN PUBLICADO HASTA EL MOMENTO.